¿Qué hago con mi vida ahora que te vi y realmente me doy cuenta que llevo 10 años enamorada de ti?

¿Escuchas? Ese sonido que oyes, es como mi corazón se rompe, podrías pensar que sonaba como un vidrio estallando contra el suelo, puede pasar así también, pero este, este desgarro es lento, como cuando se rasga cuidadosamente una hoja de papel, o como cuando una grieta se prolonga, que puede que imperceptible para el ojo humano, va de poco a poco, no es constante, depende de como se cargue...

Duele, no insoportable, casi como cuando se tiene un nudo en la garganta, como estar nervioso, así duele.

No hiciste nada malo, lo cierto es que jamás me diste a entender que nuestras vidas cambiarían drásticamente en el momento de nuestro reencuentro, por lo cual, no debería sentirme como me siento ahora.

Te creé un pedestal y me enamoré de una idea de ti, si, muchas veces dije que lo que sentía no era amor, pero a ver, que tampoco te lo iba a decir de frente, y mi vida estaba como en una especie de pausa, más bien como andando a una velocidad constante, sin ninguna perturbación, porque iba en movimiento continuo en busca de este reencuentro y me doy cuenta, que tu seguiste con tu vida y yo, al alcanzarte, me quedé atrás.

Este desamor, duele menos que el único otro desamor que he sentido en mi vida, es diferente, un tanto liberador, sin embargo duele.

Duele, saber que no estabas tan emocionado como yo de volverme a ver, duele, haberte visto y que no hubiésemos hablado más de dos frases, duele, es soportable, pero molesta.