Un millón de imposibles.
- annaenplanetatierra
- 27 feb 2015
- 3 Min. de lectura
Este es el momento en el que dejo que el lápiz se deslice sobre el papel y mis pensamientos, por más sin sentido que parezcan, empiezan a tomar forma y sé que escribo porque es lo que me gusta.
Quisiera poder escribir sobre amor, que es mi tema favorito, me gustaría poder relatar una maravillosa historia que tenga un sorprendente final feliz, pero por más que lo intento no lo logro evocarla.
Era más sencillo cuando imaginaba quería estar con ese chico, si aquel que está lejos y me he creado esta maravillosa imagen donde él es muy listo, siempre tiene alguna cosa que decirme y siempre tiene la razón (Incluso cuando no la tiene).
¿Lo amaba o lo he amado?
La verdad es que no, pero se me hace tan fácil relatar la forma en la que lo haría que incluso yo podría creermelo.
Ese extraño sentimiento de que muero de ganas de hablar con él, que sea una hora no demasiado incoveniente debido al cambio horario, justo cuando creo que mi corazón se acelera al imaginarme su voz... Algo ocurre y se revienta la burbuja que yo misma he creado y caigo en cuenta que aunque estuviese a mi lado todo sería imposible.
He pensado en como continuar y hasta que punto estaría dispuesta a llegar para ganarme su amor en páginas de papel y poder escribir la historia que creo que nos merecemos. ¿Hasta que punto llegaría para ser la chica que él se merece?
Sin embargo no lo amo.
Quiero escribir y que piense que pasa algo que no, que siento algo que no y que él también se confunda.
Hay muchas trabas en nuestro asunto, ni yo ni él, como que todo es demasiado confuso, me creo una personalidad que en su mayoría es él, pero tomo prestadas actitudes que me gustan, que odio, que me vuelven loca, que me enamoran, que me fastidian y... ¡BAM!... Sale un personaje del cual fácilmente me enamoraría, que sería perfecto para mí: Que sea arquitecto, no mejor ingeniero o tal vez mejor músico, que toque la guitarra, ¿El bajo?, el piano o definitivamente la batería...Que siempre haya querido estudiar biología marina, que pinte edificios en las esquinas de los cuadernos, que le gusten los gatos, ¡Uy no!, mejor los perros, que odie la espinaca, que me haya marcado la forma en la que veo el mundo, que guarde aquello que le regalé 3 años atras con lo que trataba de conquistarlo inutilmente... No, espera, no fué por eso que se lo regalé... Mmm.
Sentimientos, historias vividas, historias inventadas, todo llega a mi mente y fluye a través del grafito y...
Estiro el brazo y tengo el corazón acelerado, pienso en él, pero no en solo ÉL, sino también con aquel que me dedicaba canciones que aun no puedo escuchar, también lo recuerdo a él, él que me volvía más yo y menos tímida, él que me volvía lanzada y ese primer amor, aquel de cuando era pequeña y nada más importaba que tener mi mano al lado de la de él.
Si, y no lo amo.
Pero aunque haya soñado en que lo besaba y sonreía mientras lo hacía de esa forma en la que sabes que no puedes ser más feliz, de esa forma que produciría envidia a cualquiera que nos viera en ese hipotético momento.
Deseo que de repente estuviese aqui y que me diga que sabe que yo no hice nada malo y que no debió confiar en ella más que en mí, que me diga que él tiene la culpa de querer pasar la delicada y imposible de arreglar linea de la amistad, quiero que me diga que me quiere más que a ella, quiero que me diga que jamás fui un segundo plato y que siempre he sido la única...
Bah, ¿De qué me sirve desear aquello que es imposible?
Hola... Esto fue lo primero que pasó por mi cabeza en el momento que decidí escribir algo nuevo.. por lo que puede que no tenga mucha lógica...
Mezclo cosas de la realidad y cosas ficticias, así que si tú, el tú de siempre te sientes identificado con algo... puede que tenga que ver contigo, pero no necesariamente...
Gracias por seguir leyendo a pesar que no soy tan constante como me gustaría serlo.
Comments