S.O.S.
- annaenplanetatierra
- 14 mar 2018
- 3 Min. de lectura
La primera vez que hablaste conmigo fuiste increíblemente grosero conmigo, era pequeña y creía que me gustaba uno de tus mejores amigos.
Tardamos mucho en volver a hablar y creo que todo fue porque ya eramos algo mayores y no estaba esa estúpida barrera de "El chico de un curso arriba" Y no tengo claro en que momento empezaste a confiar en mí, pero en una de mis primeras fiestas de 15 que tuve, me contaste que estabas loco por la chica con nombre de flor y que se lo ibas a decir... No te salió muy bien.
Eras mi vecino pero o no era muy consciente, o realmente no me importaba, pero después me habría arrepentido de la cercanía física de nuestros lugares de residencia... Pasar conmigo era todo un paseo después, pero me estoy adelantando.
Recuerdo tanto ese día, en el que me dijiste sobre la chica con nombre de color ya que después de eso yo quería que me mirases de esa manera (Aunque en ese momento no sabía cuanto lo iba a desear).
Luego fuiste a mi propia fiesta, a pesar de que realmente hablaba muchísimo más con tu hermano.
Justo un año después, tu curso hizo una pre reunión un año antes de la graduación, pero apenas llegué me dijeron que no tenias intenciones de ir, todo mi grupo de amigos estaban afuera esperando a alguien que sinceramente no me acuerdo, pero en cualquier caso no pensaba entrar a un establecimiento lleno de caras conocidas pero nadie con quien pasar el rato... Así que me quede afuera a 2 grados de temperatura, congelándome lentamente. (Puede que parezca una parte sin conexión con el tema, pero realmente es la más importante ya que gracias al frío es que estoy escribiendo esto).
Llegaste, contra todo pronóstico, y sin ganas de quedarte afuera... Por lo que preguntaste quien quería acompañarte, por lo que te seguí, sin tener idea de como terminaría la noche.
Estaba a rebosar y no habían sillas , por lo que me invitaste a el único otro plan legal que había en ese sitio. BAILAR... (PD: Odio bailar a menos que sea contigo).
Bailamos y bailamos y bailamos... Perdí la cuenta del número de canciones que bailamos, pero luego de un rato ya no quería dejar de hacerlo, podría parecer como un cuento de hadas en el que simplemente bailamos, pero al principio fue bastante torpe, ibas a la izquierda y yo a la derecha, bailabas a un ritmo completamente distinto al mio, pero eso solo hizo que en el momento en que nos sincronizamos fuese aun más memorable... (O al menos así lo recuerdo).
En mi mente la voz de la chica cubana decía "Por fin vas a tener algo que contarme" "Nunca he besado a nadie.... ¿Y si lo hago mal?" "Después le encontrarás el gusto".
Mientras conversaba en mi mente con personas de otras épocas, sentía tu cara demasiado cerca, si me movía un poco lograría besarte. "SOFÍA, debes dejar de ser tan insegura" .
No me acuerdo si llegué a tomar la decisión, pero al parecer tardé demasiado ya que en el momento que acabó la canción un chico demasiado tomado me arrancó de tus brazos.
Creo que llegué a bailar un minuto con él antes de empezar a suplicarte con la mirada que fueses mi salvador y me rescataras, sin embargo algo que dijo hizo que me decidiera por ti... "Está celoso"
Y lo que dijo te lo dije y solo sonreíste.
Fue un perfecto extraño beso...
Lo demás ya lo he contado y además... También lo he repetido bastante.
Necesito que me hables... Que por favor rompas este pedestal de cristal que con el tiempo he ido decorando, necesito poder olvidarte... Necesito seguir adelante.
Necesito que dejes de atormentarme en marzo... cada vez que se acerca un 28... Ayúdame a que el 28 deje de ser mi número de la suerte.
Por favor
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