Un amor corto que aún espero que se concluya.

No entiendo por qué, tú entre todas las personas, tienes que estar invadiendo mis pensamientos, cierro los ojos y pienso en el beso que pude haberte dado o en como habría cambiado la situación se hubiese dado ese beso.

Pero ahora te volviste a cerrar, como si nada de eso hubiese pasado, como si yo me lo hubiese imaginado, pero sé que no fue así, porque aun siento tus manos unos grados más calientes que las mías y la forma en la que estuvimos hablando de nuestros amores como lo hacíamos en tiempos atrás.

Ya habías estado en mi cabeza antes y ya me habías mirado con una cara, la cual me habías dejado claro que no sentías lo mismo que yo.

No entiendo por qué me evitas, si tu eres igualmente culpable de que hayamos llegado hasta ese punto.

Me arrepiento de contarte lo mal que me ha ido con el amor últimamente, tal vez porque podías haberte sentido identificado y sí, soy un año mayor que tu, pero deberías saber, porque sé que me conoces que eso a mi me importa un pepino y que si solo me dieras una señal, en la que me demuestres que posiblemente sientas lo mismo que yo, haría lo que sea para que se diera.

Me hablaste que habías sentido algo, tal vez por la soledad que normalmente no sentirías y temo que sea lo que siento ahora, aunque es una pequeña probabilidad... ¿Sabes? Creo que lo siento desde que fuimos al observatorio astronómico, donde casi todo el recorrido estuvimos tomados de las manos...

Creo que siento esto, desde que me dijiste que te gustaba la sonrisa de esa chica misteriosa, porque era de ese tipo de sonrisas que te hacían sentir bien.