top of page

Te lo cuento a ti, porque sé que tú me entenderás 2

  • annaenplanetatierra
  • 3 ene 2015
  • 8 Min. de lectura

2.

Me despierto y me siento terrible, no por la increíble noche que he tenido, sino por la resaca y porque he soñado contigo, que era feliz contigo y seguía contigo.

Pero ya no te quiero, no quiero pensar en ti, ya no más.

Me giro y no lo veo a mi lado y me preocupo...Ya se arrepintió, ya nada será igual, lo he estropeado todo.

Me levanto y me miro en el reflejo de la ventana, despelucada, con ojeras. ¿Cómo no las tendría si te he llorado?

Pero no, no te llevo en la cabeza, pienso en él, que pese a que lo conocí 2 semanas fue muy fácil confiar en él, contarle todo, quererlo como lo quise, como lo quiero.

Ya se ha ido y yo estoy aquí, tan cerca y tan lejos de todo.

Estoy camino al baño cuando lo oigo dentro. Mi corazón no late, corre, gana un maratón y mi subconsciente se burla de mi reacción. ¿Cómo puedo estar tan emocionada? ¿Tan enamorada? No, enamorada no, es una palabra a la que aún no puedo recurrir, es demasiado pronto.

Uff... ¡Y la pinta que tengo!

Lo veo salir arreglado, bueno, bañado. "No es justo. ¡Yo quería ver tu cara de recién levantado!" "Ya la has visto" Ahh, es verdad, aunque no tengo una clara imagen de cómo era, creo que incluso antes, él se levantaba antes que yo... Por lo que siempre estaba muy dormida para recordarlo bien, aunque él si me había visto muchas veces como ahora, bueno, réstale las ojeras llorosas y la resaca y claro, la pinta de una noche loca.

"Creí que te habías ido" "¿Y estabas triste?" "Bobo, por dudarlo y preguntarlo" Sonríe y me besa la frente y es algo tan tierno, que me sonrojo.

Sin decirle nada entro al baño, sé que lo único que arreglaría esta cara en una buena ducha, no lo dudo y dejo el agua correr.

Como sabes, el agua hace fluir mis pensamientos, los reacomoda y crea historias fantásticas y es en ese momento que tengo algo claro: Jamás dejé de quererlo, solo cambie la forma en la que lo hacía y ahora he vuelto al principio, pidiendo a una estrella fugaz imaginaria quererlo más.

Cierro el agua. ¡Demonios! He dejado la ropa afuera. ¿Eres estúpida o te haces? Hace unas horas estabas tal y como te trajeron al mundo al frente de él, no deberías sentirte así.

Me envuelvo en una toalla y salgo, está viendo hacia el techo y sé que en su mente tiene una lucha interna parecida a la mía, pero la termina al verme y tiene esa mirada que tenía ayer en la pista, esa que me encanta y creo que nunca me cansaré de ella, me hace sentir poderosa y débil al mismo tiempo, esa misma mirada que hizo que dejara de bailar para mí...

Se acerca a mí y veo que es realmente más alto que yo y lo beso, ya no es torpe, ya tenemos detectado el ritmo y lo abrazo y olvido sujetar mi toalla y ni me doy cuenta cuando se ha caído, pero siento sus manos en mi espalda...

Empiezo a tener esa sensación, esa extraña sensación, incomoda, cuando sabes que te están besando con los ojos abiertos y abro un solo ojo y efectivamente me encuentro con su pupila.

"¿Qué pasa?" Pero no me responde, solo me abraza y me siento tan segura en ese abrazo, como si nada pudiese volverme a herir.

En cuanto me suelta, tímidamente recojo mi toalla y busco entre mi maleta que ponerme.

Ya vestidos y con los zapatos puestos, nos disponemos a bajar al prometido desayuno, veo el reloj. Falta un cuarto para las cuatro... Cuatro más seis...Uff nos hemos salvado, tenemos quince minutos para desayunar.

Por favor, que diga algo, que sea él quien diga lo que siente, por favor, que nada haya cambiado, y si lo ha hecho, que no nos volvamos dos extraños, él es demasiado importante para mí...Por favor, dime que no lo he arruinado.

“Estas arrepentido, lo veo en tu cara” Le suelto después de muchos minutos de silencio. “¿Tú no?” “Para nada, sé que no fue en el mejor momento, pero para mí fue muy especial” Lo miro a los ojos y sé que si sigo manteniendo el contacto visual, empezaré a llorar y creo que él es de las pocas personas que no me han visto hacerlo… Y sabes lo llorona que soy.

Terminamos de desayunar en silencio, pero tengo tantas cosas que decirle, todo en lo que he pensado, en cómo me sentí… No puedo creer que tú me hayas arruinado mi única oportunidad con él… Sé que no es el momento indicado para tratar de iniciar algo, pero ahora ya he perdido las demás oportunidades futuras…

En el pasado, en el momento en que realmente lo empecé a conocer no tenía ninguna posibilidad con él o eso me dio a entender, él estaba enamorado de alguien más y yo solo quería tener un amor de verano por el cual pudiese escribir una gran aventura, un amor de verano como el de las películas, uno el cual pudiese recordar toda mi vida… Yo era increíblemente estúpida, pero gracias a eso había conseguido un amigo con el cual pude contar a distancia hasta el día de ayer.

¿Por qué tuviste que hacerme tanto daño? Pronto te darás cuenta que tengo algo tuyo y me cortarás el suministro, por suerte he pagado 3 semanas de hotel con antelación, aunque no creo que vaya a volver en ese tiempo… No quiero encontrarme con tu cara, no quiero recordar tantos momentos juntos, no sé si quiero alejarme de él, no quiero dejar las cosas como están.

Sé que él decía que no creía en el amor, pero en el fondo, estoy segura que él podía llegar a ser más romántico que yo. ¿Cómo pude haber sido tan tonta de haberme dejado llevar? Yo no quería arruinarlo todo… Siempre lo quise, nunca deje de quererlo, siempre he pensado en él…

“No quiero que terminemos mal” Le dije con una voz que ni yo reconocí. “No quiero que todo esto sea un rollo de una sola noche, no quiero perder tu amistad y sobre todo, no quiero que te vuelvas un extraño… Significas mucho” Mi voz estaba quebrada y pronto tendría esa cara de llanto que tanto odio.

Silencio… Creo que o bien no quería responder o no sabía cómo hacerlo… ¿Qué quieres que te diga? Ya te dijo que estaba arrepentido, creo que está todo claro… ¿No?

“Yo no puedo hacer como si nada de esto hubiese ocurrido” Me suelta. “¿Y es eso lo que yo te estoy pidiendo? Creo que ya somos lo suficientemente inteligentes como para resolver esto de una forma” Aunque en este momento no se me ocurra ninguna…

¡Agh! Lo veo y solo quiero volverlo a besar, sentir esa mirada que me abrasaba, quiero… Quiero que nada de esto hubiese pasado, quiero no haberte conocido, quiero que no me hayas roto el corazón, quiero por encima de todo, no haberme involucrado con alguien tan importante para mí. ¿Por qué es tan fácil confundir la amistad? No es la primera vez que me pasa, pero tal vez es la que más me ha dolido.

Toma mi cara entre sus manos y seca mis lágrimas. ¿Para qué? No quiero que me confunda más. ”Yo sólo… Te haré mucho daño… Porque… Porque me importas” ¿Daño? ¿Más? No creo que sea posible… ¿Quiero realmente correr el riesgo de salir más herida de lo que estoy ahora? Claro que si, si no estuviese dispuesta a hacerlo, dejaría de ser yo… Pero como alguien muy cercano a mí diría: El amor es autodestructivo y masoquista, hay que odiarse para querer sentirlo. Y definitivamente… así soy yo.

“No quiero, no quiero vivir con saber que pude tenerte y que te dejé ir, odio sobremanera que cosas no pasen por miedo a hacerme daño.”

Me gustaría pensar que yo fui tan indispensable para él como él en su momento lo fue para mí.

En una época de mi vida y eso no se lo he contado a nadie, él era el único que lograba sacar en mí una sonrisa real, sincera, en una época donde de verdad me sentía sola, él era a distancia un motor.

No sé en qué momento le abrí mi corazón y desde ese momento no pude dejar de hacerlo, una vez lo hice no pude parar, todo era demasiado sencillo, pienso que yo confié muchísimo más en él que él en mí, sentía que podía hablar con él sobre todo y no importaba cuando, él siempre estaba dispuesto a escucharme… Yo con mis amores desastrosos, mis amores infantiles, estúpidos y él siempre estaba allí, a la distancia.

¿Cómo era posible que me tuviese paciencia? Incluso yo, que leía mis viejos diarios estaba desesperada con lo fácil que entregaba mi corazón sin pedir nada a cambio y como resultado terminaba peor que como empezaba.

Le quiero, porque estuvo, porque estaba. Le quiero, porque es un enigma para mí y me muero por descubrirlo, le quiero y no acepto dejarlo ir…

No sé si será para siempre, conmigo nunca se sabe, pero esta es una oportunidad que jamás me perdonaré por perder, trataré de demostrar una fuerza que es probable que no tenga, pero necesito demostrarle que no soy de papel y que pese a que en este momento no debería pedirle nada, no tengo el derecho, es lo que más deseo.

Soy demasiado egoísta, encontré en él algo que buscaba mío, pero tal vez debería pensar en él, no es justo, ayer mismo le contaba sobre mi corazón roto, aquel que destrozaste y ahora le pido más de algo que tal vez se merezca alguien mejor que yo. Tal vez no… ¡Seguro!

Lo dejaré pasar, él no necesita mi corazón remendado, se merece uno nuevo, que haya sido creado para él y sólo para él.

Lo dejaré pasar y lo dejaré ser feliz, lo dejaré aunque mi yo romántica e irracional me grita que todo pasa por algo y que encontré lo que buscaba y no es justo cederlo a alguien más… ¿Ves que eres asquerosamente egoísta?...

¿Cuándo he sido yo racional?

Te lo cuento a ti, porque me rompiste el corazón pero no dolió tanto como cuando caí en cuenta que con él era imposible y que la había embarrado para siempre.

Te lo cuento a ti, porque gracias a ti lo encontré de una forma que no tenía planeada y me encantó.

Te lo cuento a ti, porque me conoces y sabes que me he enamorado de esa forma no pasajera en la que haré lo imposible para conseguir lo que quiero, así haya dicho que lo dejaré ir.

Te lo cuento a ti, porque fue por ti que descubrí que nunca lo dejé de querer y que una parte de mí anhelaba que una parte de este episodio ocurriera.

Te lo cuento a ti, que nunca me diste esa mirada que sabes bien, fue la razón desencadenante de todo y desde que la vi, la quiero para mí y para nadie más.

Te lo cuento a ti, porque pese a que ya no te quiero, te aprecio y me conoces y sé que tú me entenderás.

A ti, que me preguntaste que por qué anhelo tanto este sentimiento masoquista: Amo sentirme segura y terriblemente temerosa de mi misma, sentir que puedo abrir mi corazón, querer sentir a alguien a mi lado siempre y poder confiar plenamente en él (¿Y en eso que se diferencia contigo? La verdad es que aún lo estoy intentando descubrir).

Sentir que tengo súper poderes ilimitados y que tan solo con una mirada se conviertan en inseguridades.

Sé que suena contrariado y con toda la razón, puede que sea él motivo de porque lo odias pero a mí me encanta.

Tarde pero lo subí hoy, que es mi cumpleaños, era lo que me parecía lógico, sé que no es el final que esperabas, la verdad es que yo espero un final feliz para esta historia, pero es que en este momento no me siento capaz de escribir el final que nos merecemos... Dejo esta historia en continuará indefinido...

A ti, que no eres él... Sé que les debo un final muchísimo mejor, uno digno de mi estílo romántico donde solo existen los "Y vivieron felices para siempre". Creo que me hace falta algo que en este momento no tengo para escribirlo.

Commentaires


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags

Suscríbete

¡Gracias Estás suscrito

bottom of page