Cierra los ojos.

Cierra los ojos.

Acuéstate boca arriba e imagina que estoy a tu lado.

Te abrazo y es de esos abrazos que deseas que nunca terminen, porque simplemente te sientes increíblemente bien.

¡No abras los ojos! Sabes que si lo haces desapareceré.

Tomo tu mano y la llevo hacia mi corazón que late desbocado y sonríes, sabes que está así gracias a ti.

Me muevo de tu lado y sabes lo que estoy a punto de hacer, crees que lo sabes, pero no das nada por sentado, porque tal vez te estás haciendo ilusiones, sin embargo, hago lo que tenías pensado y te doy un torpe beso en los labios.

Es raro, raro porque es el primero, raro pero no tanto como para dejar de hacerlo.

Con los ojos cerrados, tomas mi cara entre tus manos, no estás dispuesto a dejarme ir aun... Ni ahora ni nunca.

En el fondo, empiezas a darte cuenta que realmente no estoy allí, pero deseas con mucha fuerza que lo estuviese.

Lentamente e involuntariamente, abres los ojos y sabes que has vuelto a pensar en mí, de esa forma que nunca lo habías hecho cuando estabas a mi lado...

Bueno, no tengo mucho que comentar sobre este... Dejo todo a la imaginación...